PATRIMONIO HISTÓRICO
Casco urbano
Teresa de Cofrentes se encuentra asentada en la ladera de un cerro. Es por eso que sus calles son empinadas en su mayoría; su trazado callejero es de estilo medieval islámico, ya que fue en esta época donde el pueblo se constituyó tal y como lo conocemos. Las casas que aquí encontramos han sabido mantener el modelo constructivo típico de esa época aunque han surgido variaciones y reformas que no alteran la atmósfera general del pueblo. Una de las calles más curiosas de esta villa es la calle Honda, que se llama asi por las ondas que dibujan las cuestas que la forman.
Ermita de San Apolinar
Bendecida en 1702 es la ermita que da acceso al cementerio de esta población, traslado a las inmediaciones de la misma en 1816. Desde entonces y hasta la actualidad, esta ermita acoge las misas fúnebres de los vecinos del pueblo.
Cerro del Castillo y ermita de la Santa Cruz
Los primeros vestigios de población del municipio datan de la época romana, ya que los cimientos de esta ermita pertenecen a un castillo construido durante los siglos I y Il. Más adelante los árabes también construirían una fortaleza defensiva en ese mismo lugar. En la actualidad se observan las ruinas de lo que fue una ermita, construida durante la cristianización en el año 1748.
Iglesia Parroquial Ntra. Sra. de la Asunción
La iglesia actual se empezó a construir en el año 1636 y ha sufrido algunas remodelaciones desde entonces; los escritos más antiguos hablan de que la iglesia se asienta sobre los restos de la mezquita y plaza árabe construida entre los siglos XI y XII.
Castillico de Palaz
Estas ruinas pertenecieron a un castillo que daba nombre un antiguo núcleo de población de origen morisco (Palaz), situado en un lugar clave para la vigilancia y la defensa del valle. Actualmente solo podemos apreciar restos del castillo y de la torre del homenaje.
Museo Almazara
En esta colección museográfica podemos encontrar una muestra de la maquinaria utilizada tradicionalmente en la extracción de aceite por presión en frío. Las piezas que encontramos expuestas datan del año 1965, aunque existen evidencias que demuestran la presencia de una almazara en el municipio al menos desde principios del S.XX. El trabajo de la aceituna para extraer el «oro líquido» se viene dando en todo el Valle desde por lo menos la llegada de los árabes sobre el siglo X.